PROMOTORES
EMBAJADORES DE LA INICIATIVA
La Unión Europea es la obra maestra de nuestro siglo. Ha unido pueblos, garantizado la paz, abierto mercados y nos ha protegido como consumidores. Ahora lo único que falta es hacer al ciudadano protagonista de su evolución.
Europa se construyó sobre ruinas de guerra como símbolo de paz, solidaridad, amistad y tolerancia y como una victoria frente al nacionalismo, extremismo, racismo y xenofobia. La Europa actual es más fuerte porque nos mantenemos unidos y solo juntos podemos hacer frente a los retos globales del presente. Pero solo lo lograremos si escuchamos a la ciudadanía europea y discutimos nuestro futuro común con ella. Y qué mejor manera de hacerlo que a través del 9 de mayo, Día de Europa.
La UE se fundó sobre un conjunto de valores fundamentales y proyectos que unieron a la gente tras la Segunda Guerra Mundial. Siete décadas después nuestra colaboración se ha expandido y creo que, con una Europa unida, ¡tendremos un futuro mejor!
Europa es la primera iniciativa en la historia de la humanidad destinada a la cooperación entre estados con el fin de parar la guerra y traer prosperidad a sus ciudadanos. A pesar de las dificultades, tengamos presente este proverbio que va como anillo al dedo a la Unión: Si quieres ir rápido camina solo, pero si quieres llegar lejos ve acompañado.
Europa es tu casa. Ponla a tu gusto.
La memoria y celebración comunes a toda la ciudadanía europea contribuyen a cohesionar nuestro proyecto compartido y apostar por setenta años más de paz.
Valorar la Unión como escudo protector contra el fanatismo, los extremismos y los nacionalismos excluyentes y tóxicos puede salvarnos de nuevos conflictos y retrocesos en materia de derechos humanos, sociales y políticos.
Necesitamos un Día de Europa que reivindique a los verdaderos protagonistas de su construcción: la ciudadanía. Ante las amenazas actuales a la UE, debemos apostar por herramientas que fortalezcan la identidad europea.
Pido que el 9 de mayo sea una verdadera fiesta en toda la Unión Europea. Ese día, más destacado que antes, promovería los valores sobre los cuales se apoya la Unión Europea y contemplaría los desafíos económicos, de seguridad y otros que enfrentan la Unión y sus ciudadanos.
Como ciudadanos europeos tenemos muchos motivos para celebrar nuestro proyecto común, la Unión Europea. Que el Día de Europa sea festivo nos lo recordará cada año.
La UE tiene una sólida legitimidad cotidiana, pero no ha sabido desarrollar un sentimiento de pertenencia ni una legitimidad democrática que sustenten un sólido sentimiento de pertenencia.
Europa es la promesa de una vida mejor basada en la convivencia de los diferentes. Ser europeo es luchar por lo que es justo en cada rincón del mundo.
Celebrar como futuro el Día de Europa nos ayudará a ser más europeos y hacer más Europa.
El 9 de mayo celebramos el camino hacia una más y mejor Europa de ciudadanos libres e iguales.
Los símbolos son importantes porque socializan, movilizan y forman identidades. Europa debe fomentar sus símbolos para fortalecer su unión.
Una fiesta común europea es valiosa.
La Unión Europea necesita dar visibilidad a su unión.
Como escribió Jean Monnet, «… sólo las personas pueden cambiar y enriquecer las cosas en las instituciones, y transmitirlas a las generaciones futuras». Unámonos, como europeos podemos cambiarlas a mejor.
Europa es el espacio natural de nuestra generación.
Visibilizarlo es fundamental.
La unión de Europa necesita urgentemente de símbolos y emociones compartidas, además de tratados y normas que muchos europeos ven como una burocracia impuesta y remota. Una fiesta común, un Día de Europa que nos una un poco más, es una buena idea.
Un Día de Europa ayudaría a unir a toda la ciudadanía europea para celebrar y recordar la fuerza y la necesidad de la UE como instrumento con el que afrontar juntos los enormes retos globales del siglo XXI.
La Unión Europea necesita fortalecer nuestra identidad común. Símbolos y celebraciones, como este día festivo, serían muy útiles para recordar todo lo que compartimos.
Yo creo en una Europa fuerte, con mayor peso en la decisiones políticas, y cuyos ciudadanos conozcan cada vez más y mejor. Por ello, creo que esta iniciativa y su consecución puede ser una buena medida para contribuir al conocimiento de Europa.
Si Europa quiere acercarse a la ciudadanía deberá aspirar a ser algo más que una unión de intereses económicos. Las personas son el alma del proyecto europeo y la solidaridad el instrumento para la cohesión. Hace falta más Europa, más social y justa y menos condicionada a los poderes financieros.
La identidad europea no es lo que nos diferencia del resto, sino nuestra voluntad de querer vivir juntos, de mejorar y trabajar por un proyecto que es el de todos. Europa es fuente de inspiración más allá de sus fronteras. Hay que mirar al pasado con orgullo y al futuro con esperanza.
Iniciativas como el “Día de Europa” pueden hacer mucho más por el espíritu de ciudadanía europea que otros programas mucho más caros. Para unir a la personas justamente hay que avanzar más en el terreno de la cultura y la educación.
Celebramos aquello que somos y en lo que creemos. Celebramos lo que pasó para que fuéramos lo que somos y quienes somos y queremos seguir siendo.
Desde un periodismo socialmente responsable, Cambio16 afronta las alertas que hoy disparan las alarmas de una sociedad que asiste sobrecogida a las violaciones diarias de los derechos humanos y, en la misma media, se pregunta si habrá un mañana cuando el calentamiento global y el cambio climático anuncian un terrible holocausto planetario.
Europa es ética, si no, no será Europa.
Europa es símbolo de valores, de paz y de unidad en la diversidad. ¡Sintámonos orgullosos de este proyecto único en el mundo y construyamos juntos una Europa más sostenible, más social y más unida!
Los europeos debemos permanecer unidos, y la mejor manera de mostrar lo comprometidos que estamos con esa unidad es instaurar un día europeo común para reconocer nuestras ideas y valores europeos.
A Europa le faltan símbolos y emoción. Un Día de Europa festivo le permitiría dotarse de ambos. Con él explicaríamos la Unión mejos de forma positiva.
